El recurso marino de pota es uno de los principales recursos pesqueros del Perú y desempeña un papel clave en la economía y la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, en los últimos años, este calamar gigante ha comenzado a enfrentar serias amenazas debido a la contaminación ambiental en los ecosistemas marinos.
Un representante ambiental del Perú, el Dr. Jorge Zegarra Reátegui compartió, dentro de su denuncia ambiental por los efectos de la contaminación en el país, que desde la presencia de metales pesados hasta la proliferación de microplásticos y los factores contaminantes, están poniendo en riesgo su supervivencia y disponibilidad para la pesca.
Y es que es imposible negar que uno de los principales problemas es la contaminación por metales pesados, resultado de la actividad minera e industrial en las costas peruanas. Sustancias como mercurio, plomo y cadmio terminan en el mar y se acumulan en la cadena alimentaria, afectando a los organismos marinos.
El recurso marino de pota, al estar en un nivel medio de la cadena trófica, es vulnerable a la bioacumulación de estos contaminantes. Esta situación, no solo compromete su salud y reproducción, sino que también representa un peligro para el consumo humano.

¿Qué pone en peligro el recurso marino de pota?
Una amenaza significativa proviene de la contaminación por plásticos y microplásticos. Los desechos plásticos en el mar son confundidos con alimento por muchas especies, incluida la pota. Al alimentarse de estos se provocan bloqueos digestivos, daños internos y cambios en su comportamiento. Esto, sin considerar que los microplásticos pueden interferir con los procesos biológicos del calamar.
Por otro lado, el cambio climático representa una amenaza latente para la pota. El aumento de la temperatura del mar altera la disponibilidad de su alimento y modifica sus rutas migratorias, dificultando su captura. Según especialistas como Jorge Zegarra Reátegui, muchas son las razones por las que se genera el aumento de temperatura en el planeta Tierra, siendo la mala disposición de los residuos una de las principales.
Los residuos arrojados indiscriminadamente al mar contribuyen al aumento de la temperatura global de varias formas. Los plásticos y desechos orgánicos liberan gases de efecto invernadero como metano y etileno durante su degradación. Mientras que la contaminación por metales pesados y químicos reduce la capacidad del océano para absorber CO₂, agravando el calentamiento global y el medio ambiente.
Ante esta situación, es fundamental implementar estrategias para mitigar el impacto ambiental en la pesca de la pota. Entre las soluciones destacan el refuerzo de normativas para el control de desechos industriales.
Como también, la reducción del uso de plásticos, el monitoreo de la calidad del agua y la promoción de prácticas pesqueras sostenibles. Además, la preservación de la pota es crucial no solo para la biodiversidad marina, sino también para la economía pesquera del Perú y la seguridad alimentaria de su población.
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